Volver a encender la chispa


Volver a encender la chispa

"Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma."
Carl Gustav Jung

Nos acostumbramos a vivir con prisa, saltamos de una tarea a otra sin descanso, creyendo que mientras más hacemos, más valemos; que mientras más esfuerzo ponemos, más felices seremos, pero llega un momento en que el cuerpo y la mente nos obligan a detenernos, no es falta de ganas ni debilidad, es un mensaje claro que nuestra alma nos envía: "es hora de parar".

El perfeccionismo nos enseña que debemos dar el máximo constantemente, que descansar es perder el tiempo, que decir "no" es defraudar, pero lo que comienza como compromiso y dedicación termina convirtiéndose en una cárcel autoimpuesta, así, nos vamos apagando lentamente, como una vela que ha ardido demasiado tiempo sin una pausa y en ese estado, ya no es posible sostener la alegría, la energía ni la claridad que antes nos acompañaban.

Cuando ignoramos las señales, el cuerpo grita, nos manda mensajes claros en forma de cansancio constante, dolores recurrentes, insomnio, angustia o ansiedad, son pequeños llamados de atención que nos recuerdan que no podemos sostenerlo todo, que la fuerza no es infinita, y que también merecemos cuidarnos como cuidamos a los demás.

Pero este "apagón" que experimentamos no es un final, es solo una señal de que algo dentro de nosotros necesita transformarse, en lugar de castigarnos por sentirnos agotadxs, podemos escuchar este mensaje con curiosidad y compasión, porque no estamos hechxs solo para ser productivxs; también necesitamos espacios de calma, tiempos de descanso y momentos en que nos reconectemos con nuestra esencia.

En psicología, se habla de cómo cierto nivel de presión nos impulsa a avanzar, pero cuando ese estrés es permanente, terminamos perdiendo más de lo que ganamos; la vida no puede sostenerse bajo una presión constante, igual que la naturaleza necesita inviernos para prepararse para una nueva primavera, nosotrxs necesitamos pausas para recuperarnos y volver a florecer.

Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre cómo te sientes realmente, sin filtros ni máscaras.

¿Qué parte de ti está pidiendo atención?

¿Qué aspecto de tu vida necesita descanso?

Es posible que simplemente necesites permitirte hacer menos, soltar aquello que ya no puedes sostener, o darte permiso para decir "no" sin culpa.

Recuerda, parar no es retroceder, pedir ayuda no es rendirse, escuchar tu cuerpo no es debilidad, al contrario, es un acto profundo de respeto hacia ti mismx, es el comienzo de un camino hacia tu bienestar auténtico y duradero.

Ahora quiero invitarte a hacer algo pequeño pero significativo: toma una pausa breve, respira profundamente, siente cómo tu cuerpo libera tensión poco a poco y pregúntate, con honestidad y amor:

¿Qué necesito realmente en este momento?

Tal vez la respuesta sea dormir más temprano, apagar el teléfono unas horas, salir a caminar sin rumbo, conversar con alguien que te escuche sin juzgarte, o simplemente cerrar los ojos y descansar un rato sin culpa.

Escucha esa respuesta, confía en lo que surge de ti y, si lo deseas, compártela conmigo, estoy aquí para leerte y acompañarte.

Porque mereces que la chispa vuelva a encenderse en ti.


Day Santana - Un café con Day ☕️✨